Lo que sigue es un extracto de la larga correspondencia entre Timoleón y un pretor de Scholae anónimo.

Hace tiempo que conoces a los gigantes Prometeos y Heféticos del City States, y puede que también hayas oído leyendas sobre sus parientes del norte, los Jötnar. No le sorprenderá descubrir que todos pertenecen a la misma familia. Sin embargo, lo que puede sorprenderle, a pesar de la incontrovertible similitud entre las dos especies, es la profundidad de su historia compartida y sus orígenes con la humanidad: Los jötnar no sólo fueron hombres, sino que durante siglos, incluso milenios, representaron el futuro de la humanidad.

De hecho, cuando Hazlia alcanzó la prominencia entre la Primera Tribu, otras innumerables tribus habían estado viviendo bajo la mirada de sus señores Gigantes, que los mitos han convertido ahora en Dioses y demonios. La batalla por el alma de la humanidad que Hazlia libró contra la oscuridad, luchando por redimirnos de nuestro estado caído, puede no haber sido un cuento apócrifo, sino una contienda literal por la supremacía entre la teocracia naciente y el orden tribal de los Gigantes.

No existen registros escritos del conflicto, pero un estudio cuidadoso de las leyendas que han sobrevivido a la Caída entre las escrituras de los Hundred Kingdoms, las eddas poéticas de los Nords y las mitologías antiguas de los City States revela una serie de similitudes que se repiten una y otra vez: la derrota de Mammon y su consorte Lillitu, la Titanomaquia, Ymir y Audhumla.

Hay temas comunes a todos los relatos, pero algunos destacan por su relevancia histórica. El primero es que los Gigantes o Titanes o Demonios representan un orden más antiguo y primordial del hombre. Esto se ha inferido a menudo como la evolución del hombre y el abandono de sus impulsos por un sistema de conducta y ética, pero también podría representar algo tan simple como un antiguo sistema de gobierno.

El segundo tema gira en torno a las batallas que se libran brutalmente y en las que el dios o los dioses sólo ganan la partida cuando el líder de los Gigantes es derrotado. Éste parece sencillo a primera vista: una vez que el rey cae, su ejército se tambalea después de todo.

Lecturas posteriores, sin embargo, me han llevado a profundizar en este asunto; el hecho de que los Jötnar del mito Nord sean nombrados cada uno en el Juramento, y que esos nombres hayan sido los mismos desde tiempos inmemoriales; que los Prometeos o Hefestos que interactúan con los Scholae hayan sido todos ampliamente registrados, y nunca se hayan registrado nuevos nombres o mención de niños; que los líderes de los Gigantes sean también universalmente vistos como sus creadores. Todos estos detalles y un centenar más me llevan a la conclusión de que los gigantes son incapaces de reproducirse y que, en cambio, dependían de su liderazgo para aumentar su número. Dada la similitud fisiológica entre ambas especies -a pesar del tamaño- y la inclinación por el secuestro y el consumo de seres humanos, comúnmente representada en todos los mitos, me pregunto si tal vez el propio hombre no contribuyó de algún modo a la creación de nuevos Gigantes.

Por último, y quizá lo más inquietante, hay que considerar el destino final de los líderes gigantes de los mitos: Mammon y Lillitu fueron arrojados a la fosa, los Titanes atados en el Tártaro, y el propio cuerpo de Ymir reforjado en su prisión - los Asuras fueron expulsados... pero nunca se ha confirmado la muerte de ninguno, sólo su encarcelamiento... en algún lugar.