
Aunque las Hembras Oradoras muestran una admirable afinidad con los carnívoros Rapaces que habitan en sus tierras primigenias, no son la única caballería que los W'adrhŭn pueden desplegar. Montados en Brontoceratops juveniles (las bestias mayores son demasiado tercas y dóciles para ser incitadas a la batalla) los Jinetes del Trueno descienden sobre las formaciones enemigas en una imparable avalancha de músculo, cresta y violencia. La fuerza y el impacto que estas monturas son capaces de ejercer en estampida y pisoteando las líneas enemigas les ha granjeado una reputación aterradora que no se corresponde con su edad.