Aunque no tienen rival en el combate en formación en campo abierto, los falangitas y hoplitas no se desenvuelven bien en espacios reducidos y terrenos abruptos. Los thorakitas son la respuesta a estos problemas. Entrenados a un nivel físico superior, pero sin la formación rígida y los ejercicios de la falange, los toracos permiten a un comandante emprendedor aprovechar los huecos y los avances en el campo de batalla que la falange tradicional no podría abordar.