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El Susurrador

El Susurrador

- Informe #665||42||12 de la Hermana Cuestora Eva Crussandi, Archivos de Ashen Dawn

Nombre del objeto:
El Susurrador - ANOINTED.

Alias conocidos:
Dama Velada, Novia Susurrante, Madonna Oculta,
 La dama de los susurros, La novia del campeón, La doncella eterna.

Puedo informar de que algunas teorías y especulaciones sobre la Susurradora, expuestas principalmente por mi predecesor, el difunto Hermano Questor Mattias de Künsch, han sido, si no confirmadas, sí fuertemente apoyadas por nuevas pruebas. Como sospechaba el Hermano Mattias, parece que la Susurradora ha ido forjando grupos en los lugares que ha visitado, desde sociedades secretas hasta herejías o cultos para trastornados o desesperados.

Cabe señalar que la presencia y las actividades de estos grupos han sido nuestro principal medio para rastrear sus movimientos; por lo tanto, esta conclusión podría basarse en nuestra limitada comprensión y percepción de sus propias actividades, movimientos y motivos. Una interpretación alternativa de la aparición de estos grupos es que simplemente están alimentados por su mera presencia, un subproducto de sus apariciones más que los resultados de sus designios. Aunque hay partidarios de esta teoría entre mi equipo, yo mismo no adopto esta interpretación y me baso en varias observaciones.

Debo señalar que la Susurradora ha mostrado poco o ningún interés por el destino de sus grupos tras su creación. Ni ha reaccionado, ni se ha opuesto, ni ha intentado frustrar la eliminación de ninguno de ellos, ni por nosotros, ni por las iglesias, ni por las autoridades locales. Además, estos grupos parecen aislados y operan por separado, cada uno con su propio modus operandi y adoptando rituales y creencias diferentes. A día de hoy, y a lo largo de los años de observaciones, los diferentes grupos nunca se han puesto en contacto ni han cooperado con sus homólogos. Estos puntos podrían apoyar la teoría de la falta de intención detrás de su creación, sin embargo, tales diferencias también podrían percibirse como planificadas.

A pesar de sus diferencias, hay que subrayar que, que sepamos, los distintos grupos nunca se han enfrentado entre sí. El fanatismo ritualista, que parece ser el denominador común más aparente entre los diferentes grupos, rara vez deja espacio para la competencia o la alternancia de dogmas y, sin embargo, ni una sola vez, ni siquiera cuando estaban presentes en las mismas ciudades, estos diferentes grupos han rivalizado por el poder y la influencia entre los predispuestos a tales extremos.

Intrigados por esta observación, investigaciones posteriores revelaron que sus diferencias son sólo superficiales; aunque los rituales y los enfoques difieren, estos grupos comparten creencias y comprensiones básicas. A nuestro entender, el Susurrador se dirige a grupos de personas totalmente distintos, desde los fanáticamente celosos o los privilegiados aburridos hasta los indigentes, heridos, desesperados y miserables, por lo que parece natural que emplee distintos medios de acercamiento que resuenen mejor con cada grupo social objetivo. Sus cultos suelen comenzar como pequeñas herejías al Credo Teísta o nuevas interpretaciones de los Dei existentes. Cuando se dejan sin control, algunos de estos grupos evolucionan hasta convertirse en cultos de la muerte que se dedican a conversiones violentas, secuestros, asesinatos rituales (cuyos rituales, sin embargo, pueden variar desde extremadamente violentos hasta envenenamientos "amables"), mientras que varios de ellos se han visto abocados a suicidios en masa, especialmente entre aquellos grupos que habían evitado ser detectados durante años.

Tales extremos, que han resultado primordiales para la investigación, deben percibirse como poco frecuentes. Al menos en dos ocasiones confirmadas, sus enseñanzas prevalecieron sobre un club de jóvenes caballeros - a saber, la Sociedad Pragiana de Caza y Literatura - y una pequeña hermandad de caballeros - los Caballeros Leracianos de la Pequeña Dama - donde las enseñanzas de la Susurradora fueron abrazadas como ideas filosóficas e interpretaciones del juramento de lealtad respectivamente. El descubrimiento de estos grupos fue totalmente accidental - lo que, alarmantemente, podría proponer que podrían existir más grupos tan cautelosos. De hecho, podría especularse que la gran mayoría de los grupos del Susurrador permanecen introvertidos, prefiriendo la conversión silenciosa a los métodos agresivos que corren el riesgo de llamar la atención. Al final, sin embargo, todos los tipos comparten un objetivo común: ganarse el juramento de fidelidad de sus seguidores (o víctimas). Esto se hace en nombre del Campeón Retornado, el Sol Salvador, el Padre de Todo (a veces el Padre de Todo Inmortal) y, aunque rara vez, Hazlia por su nombre.

Esta última observación es, quizá, el mayor indicio de que la Susurradora está reuniendo a propósito a esos grupos de personas, fundando cultos y herejías allí donde el terreno es fértil. Si su presencia fuera un simple subproducto, la lógica sugeriría que al menos algunos de esos grupos volcarían su devoción hacia la propia Susurradora. Aunque la "Dama Velada" es a menudo objeto de admiración y adoración, nunca ha sido, sin embargo, la figura central del sistema de creencias de estos grupos.

La presencia de la Susurradora ha sido parcialmente confirmada, hasta la fecha, en trece ciudades diferentes de las afueras de las Tierras Corazón. Aunque se ha sugerido que su presencia en los Reinos podría remontarse a décadas, si no siglos, apenas existen pruebas que respalden sustancialmente una hipótesis tan extrema; aun así, no hay que descartarla por completo. Aunque podemos estar razonablemente seguros de su presencia en lugares específicos e incluso durante fechas concretas, sigue siendo escurridiza; no se pueden presentar testigos oculares y sólo hemos podido situar su presencia después de que se hubiera marchado o, al menos, después de que sus apariciones "públicas" hubieran cesado en una zona específica. A pesar de los numerosos informes y de un seguimiento razonablemente preciso de sus movimientos, no se puede detectar ningún patrón discernible y, por lo tanto, ninguna de nuestras predicciones hasta ahora ha tenido éxito. Hay que admitir que ahora no estamos más cerca de detenerla o acabar con ella que hace cinco años.

Conclusión: Basándome en las observaciones anteriores, propongo que el propósito de la existencia de esta Ungida es, a falta de un término mejor, el reclutamiento. A pesar de los fracasos pasados, los cursos de acción sugeridos deben seguir siendo la infiltración en estos grupos, seguida de la extracción y/o eliminación de la propia Susurradora.

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