Los linajes soberanos

Sería fácil descartar a la Casa Soberana como el resto fosilizado de una civilización muerta. Sus posturas inútiles, sus ostentosas exhibiciones de riqueza y poder, sus juegos políticos crueles y sin sentido, todo apunta a un estado de degeneración y despilfarro que paralizaría a cualquier otro órgano de gobierno. Sin embargo, todas estas observaciones no tienen en cuenta su mayor logro: La supervivencia. La Casa Soberana ha sobrevivido a la pérdida de su patria, al Éxodo, a la furia de los Dragones y a la desintegración de su civilización. De algún modo, han conseguido adaptarse, evolucionar y superar todos los obstáculos que se les han presentado, y aún así emerger en la cima.

Aunque pocos lo reconocerían, el acuerdo actual con la Dirección conviene perfectamente a la Casa Soberana. Cegada por la promesa pasajera del poder, la ambiciosa juventud de cada Linaje dedica sus energías a unirse a la Dirección, liberando a los más ancianos de la Casa Soberana para centrarse en su verdadero objetivo. Durante incontables milenios, los Linajes han acumulado recursos y perfeccionado sus fuerzas con un único objetivo: la recuperación de sus tierras ancestrales, perdidas hace mucho tiempo.

Espoleados por su Soberano, esa figura esquiva pero aterradora que los gobierna con puño de hierro, el amargo recuerdo de la derrota y la humillación ha ayudado a los Linajes a mantener la concentración en la recuperación de sus tierras perdidas. Como preparación para este trascendental acontecimiento, han acaparado la inmensa mayoría de los recursos que los Spires han cosechado a lo largo de milenios.

Para impulsar sus esfuerzos en la Reclamación, los Linajes de la Casa Soberana compiten por el prestigio y la influencia financiando la creación de guerreros cada vez más mortíferos y eficientes. El Soberano patrocina torneos de un mes de duración, en los que cada Linaje puede exhibir sus preciadas bestias de guerra en brutales desafíos que sirven para entretener y distraer a la nobleza en tiempos de paz.

A lo largo de incontables años de desenfrenados deportes sangrientos, han perfeccionado sus fuerzas personales hasta convertirlas en formidables máquinas de combate orientadas a este único y explosivo lanzamiento, destinado a barrer a su antiguo Enemigo de las tierras prometidas. Este último enfrentamiento con los Príncipes Mercaderes no es más que una pequeña distracción, una oportunidad largamente esperada de enfrentar a sus afiladas fuerzas contra los desventurados habitantes de este reino.

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