El Directorio muestra la misma crueldad brutal de la Casa Soberana, pero la combina con el frío pragmatismo de su sagrado método científico. El proceso de selección para un puesto en el Directorio, extraordinariamente transparente y abierto, puede hacer que la política dentro de un linaje cambie muy rápidamente. Los miembros rechazados o las líneas familiares oscuras pueden adquirir importancia con un solo nombramiento, mientras que las líneas familiares consolidadas pueden marchitarse si no consiguen puestos en el Directorio. La naturaleza fluida de la política dentro del linaje también afecta profundamente a la política entre linajes, con frecuentes traiciones, reveses y asesinatos que mantienen a los nobles centrados en su juego, tal y como la Dirección previó originalmente.
En cambio, la Dirección parece desempeñar el papel que la Casa Soberana espera de ellos, sin demasiadas fricciones. Perfeccionados por los principios de su Biomancia, hacen gala de una enorme paciencia, observando los cambios y tendencias en el equilibrio de poder con un distanciamiento clínico, adaptándose al entorno político imperante con la menor perturbación posible. Algunos Directores, sobre todo entre la generación más joven, ven en ello un signo de servilismo, y quizá tengan razón. Sin embargo, sus mayores llevan milenios jugando a este juego. Ya han ganado este asalto, arrebatando el control del Spires a la Casa Soberana, y se centran en el siguiente. Con recursos limitados a su disposición, cada movimiento de hoy tiene como objetivo un resultado no dentro de unos años, sino dentro de décadas, cuando finalmente hereden Eä, libres del control del Soberano.
El Directorio, poco impresionado por la fijación de los Linajes en las tierras perdidas, persigue en su lugar objetivos totalmente distintos que aseguren su libertad. En Eä, el Directorio rompió con milenios de tradición y comenzó a trazar su propio camino, transformando la sofocante práctica de la Ligadura de la Vida en la maravilla de la Biomancia. Y es en este mundo donde pretenden reclamar su destino, libres de las manipulaciones y el gobierno de la Casa Soberana y sus Linajes, y pronto libres de cualquiera que pueda permanecer en este mundo para desafiar su reclamo.
Aunque, a diferencia de la Casa Soberana, el Directorio no dispone de recursos ilimitados para llevar a cabo sus planes, muchas de sus mayores creaciones son obra de los Linajes. Como resultado, cuando se ve a un Biomante en el campo de batalla, a menudo lidera las creaciones más extrañas y mortíferas que su retorcido genio y los infinitos recursos de la Casa Soberana pueden crear.