Una memoria de metal

Encrucijada

Se dice, pues no hay Memoria de ello tallada en Aul'Domn, que el Hechicero Yskherdos fue considerado muerto antes de que su Sala se abriera desde dentro. Rodeado estaba por la gente llamada W'adrhŭn y los Hombres Altos del Norte y, sin embargo, no desenvainó ninguna espada ni forjó ningún poder, sólo habló con uno de ellos; sólo con uno. No se sabe cómo le habló, pero hablaron durante mucho tiempo, ignorando la batalla que les rodeaba, mientras la fuerza Dweghom atacaba una vez más.

Agotados y mansos en esta, la tercera de las batallas en una sola noche, los W'ahrŭn y los Nords no podían esperar repeler el ataque. No tuvieron que hacerlo. Sin mediar palabra, Yskherdos asintió al hombre con el que hablaba, se levantó y volvió a su tumba. Desde allí regresó, y la primera vez que se vio a un Forjado de Piedra sobre la faz de Ea, con su creador sobre los hombros como si fuera una bestia domada y sin dientes, ningún Mnemante estaba allí para registrarlo. Inútiles fueron todos los esfuerzos de los guerreros del Dweghom por encontrar un Recuerdo de tal cosa. Y, en ausencia de ella, en presencia de este behemoth nunca visto, esta encarnación del poder de Yskherdos y del potencial del Dweghom, la batalla cesó y el Dweghom, sin dudarlo, la siguió. Siguieron a Yskherdos cuando habló y siguieron a Yskherdos cuando desmontó y volvió a sentarse ante el W'adrhŭn Cuatal.

Durante tres días los dos hombres hablaron -de qué manera, nadie lo sabía, pues nadie se atrevía a acercarse al guardián Piedra Forjada. Y al cuarto día, se levantaron, se saludaron con la cabeza y se marcharon, cada uno guiando a su gente lejos de la tumba destrozada. Sólo quedaron atrás los Nords, cuya búsqueda del tesoro era tan inútil como hueca era su comprensión de los acontecimientos.

No se sabe si volvieron a encontrarse. Pero tanto los Dweghom como los W'adrhŭn recuerdan lo que siguió. Después de tres días cantándose metal, tanto el Cortador de Acero como el Vástago de la Guerra cambiaron a sus pueblos para siempre.

Ver en la Living World!